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Artículo 4º...¿De qué se asustan?

Con la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto de reforma al artículo 4 constitucional, para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, se abre de nuevo la polémica en México cada vez que una reforma de esos alcances -y esas proporciones- se plantea.

¿Por qué? Porque en México, su Constitución -que va ya para su reforma 698 de 1917 a la fecha- representa no sólo la Carta Magna o el documento que señala los derechos fundamentales que rigen a todos los mexicanos sin distinción, sino que también ha sido la expresión traducida al estado de Derecho, de la lucha entre las diversas fuerzas políticas y sociales en juego en la historia nacional.

Lo fue cuando en la Constitución de 1824 se instituyó la religión católica como “religión de Estado”, negando cualquier otra. También cuando los liberales del 57 la quitaron, reconociendo el Estado laico bajo el principio de que los gobiernos “ni prohibirán ni promoverán religión alguna”, para evitar con ello las turbulentas pugnas por el Poder que caracterizaron más de la mitad del siglo XIX en México.

Turbulencias se presentaron también con la iglesia por la promulgación de las Leyes de Reforma, promulgadas por Juárez entre 1859 y 1863.

El principio de la “no reelección presidencial” se instituyó también, pero por las circunstancias de la época fue poco acatado, y menos respetado.

Porfirio Díaz terminó su primer período en 1880, entregándole pacíficamente el Poder a su compadre Manuel González, que se lo devolvió en 1884. Díaz no lo soltó hasta que violentamente fue echado del Poder en mayo de 1911.

Dos temas preocuparon entonces a los revolucionarios: La reelección presidencial y la Vicepresidencia de la República revivida en 1904.

La Vicepresidencia fue suprimida por Carranza en 1916 y la reelección fue anulada por Madero en 1911 y por el Constituyente de 1917; pero mediante una reforma en 1927 volvió a permitirse (no para el período inmediato) la “reelección relativa sólo por un período más”.

En 1928 fue asesinado el reelecto presidente Álvaro Obregón. ¿Qué tanto pesó en su asesinato el hecho de que se haya reelecto, faltándole al respeto a uno de los principios y proclamas enarbolados por los revolucionarios casi 20 años atrás, bajo la famosa expresión de “Sufragio Efectivo. No Reelección"? Nunca lo sabremos a ciencia cierta, pero algo tuvo que ver esa osadía en el complot político-religioso para asesinar al Sonorense.

La Constitución mexicana de 1917 fue la primera en Latinoamérica que incluyó los derechos sociales como una garantía, pero dichos ordenamientos tardaron mucho en plasmarse en la realidad. No había recursos para traducirlos en hechos. Tampoco las condiciones políticas para hacerlos aterrizar en beneficio colectivo.

Obregón no pudo aterrizarlos porque las arcas estaban vacías; tenía un Congreso en contra, Los Estados Unidos no lo reconocieron los primeros tres años porque se negó a complacerlos en su petición de no hacer retroactivas las disposiciones constitucionales en materia agraria, minera y petrolera y, para colmo, se le rebela su secretario de Hacienda Adolfo de la Huerta, al sentir que la sucesión presidencial favorecía a Plutarco Elías Calles.

¿Qué hacer con los derechos sociales en los seis años posteriores al asesinato del presidente Obregón, donde las prioridades del sistema político eran las de atender el conflicto religioso (1925-1929) y las pugnas por el Poder, con el agregado de arcas oficiales casi siempre vacías?

Entre el período de Lázaro Cárdenas y el de Luis Echeverría (1934-1976) se da la expansión mayor de los derechos sociales en materia agraria, laboral, educación, salud y vivienda. También las herramientas jurídicas y administrativas para atender las crisis.

Se multiplica el número de inscritos en la seguridad social, y los accesos a la urbanización, la electricidad casera, el agua potable, el drenaje y el alcantarillado experimentan una gran expansión. Más escuelas, maestros, estudiantes y obreros reflejan la transición del campo a la industria.

Esos cambios provocaron otros, así como nuevas exigencias: Una mayor urbanización nutrió la expresión políticas de las clases medias, el mejoramiento de los accesos a la educación fomentó nuevos esquemas de participación política y aparecieron nuevos actores demandantes de más cambios y mayores avances: Sindicatos, empresarios, clero, jóvenes, mujeres, dirigencias campesinas, partidos políticos, etc.

Hasta finales del gobierno del presidente Echeverría, la Constitución había experimentado sólo 179 cambios.

Entre 1976 y el 2016, en 40 años, la Constitución ha experimentado 518 más, registrando en total 697 entre 1917 y el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (enero de 2016).

En esos 40 años las exigencias de cambio en todos los órdenes se han plasmado en reformas constitucionales con una mayor intensidad (derechos humanos; representación política; trabajo; educación; religión; finanzas públicas; intervención del Estado en Economía; seguridad; regulaciones; propiedad; recursos naturales; justicia; ambiente; problemas de género; cultura y derechos de los pueblos indígenas). Los cambios se han dado entre tensiones, violencia, conflictos, negociaciones, protestas y una diversidad de manifestaciones políticas y sociales que han perfilado un nuevo México.

También la voluntad de los gobernantes por reformar y actualizarse conforme se registraban los grandes cambios ocurridos en el mundo: Segunda Guerra Mundial; derrota del fascismo en Europa; golpes de Estado en naciones latinoamericanas; las revoluciones en China y Cuba; las crisis de 1968; las intervenciones militares de Estados Unidos en América Latina; la caída de Allende en Chile; y la caída del Muro de Berlín en 1989, entre otros.

En México, el PRI como partido dominante empezó a experimentar su crisis y nuevas corrientes de ideas se sumaron a través de la representación política, para enfocar el diseño de las nuevas soluciones nacionales.

Nuevas demandas, nuevos accesos, nuevos derechos se fueron presentando y entre los artículos constitucionales que más cambios han experimentado ha sido el 4o. Constitucional.

Del original de 1917 ya nada queda. El artículo hasta ahora ha experimentado nueve reformas. La mayor parte de su contenido original fue pasado al quinto y a otros, como se verá en las reformas ocurridas.

El tema del control de la natalidad, con toda la polémica que generó promovió la primera reforma que se dio en 1974, para establecer “la igualdad ante la ley del varón y la mujer”, la organización y el desarrollo de la familia, y “la libertad de la pareja para decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos”.

La segunda reforma se dio en 1980 y fue para refrendar “los derechos de los menores a la satisfacción de sus necesidades y a la salud física y mental, remite a la ley para definir los apoyos y la protección de los menores a cargo de instituciones públicas”.

La tercera reforma fue en 1983 y se dio para “consagrar el derecho a la salud de todo individuo” y para "que las leyes definan las bases y las modalidades para el acceso a los servicios de salud y concurrencia de atribuciones, entre la federación y las entidades federativas”.

La cuarta fue en el mismo año, para establecer “que toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa, y que por ley se establecerán los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.

La quinta se dio en 1992, promovida para “reconocer que la nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada en sus pueblos indígenas y dispone que la ley proteja y promueva el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos y organización social, así como el acceso a la jurisdicción del Estado y tome en cuenta a sus prácticas y costumbre jurídicas”.

La sexta ocurrió en 1999, para determinar “que toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar”.

La séptima ocurrió en el 2000 y especifica que “las niñas y los niños tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral", y agrega: "Los ascendientes, tutores o custodios tienen el deber de preservar dichos derechos... El Estado proveerá para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez, el ejercicio de sus derechos y otorgará facilidades para que se coadyuve a su cumplimiento”.

La octava reforma se da en 2001, con la aprobación de un nuevo artículo segundo constitucional que incluye todo lo relativo a la cultura y derechos de los pueblos indígenas, y así se derogó el párrafo primero que pasó a ser parte del artículo 2 y recorre el orden de los párrafos.

La novena reforma ocurre en 2012, para establecer el derecho para toda persona “de acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”.

La décima reforma (2016) es la que ha propuesto el presidente Enrique Peña Nieto relativa a la legalidad de los matrimonios entre personas del mismo sexo. En todas las naciones con alta presencia de la iglesia católica, ésta se ha opuesto rabiosamente a la reforma. México no ha sido la excepción.

Este derecho ha sido ya reconocido en Holanda, Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia, Luxemburgo, Brasil, Irlanda, Colombia y los Estados Unidos. En México se legisló ya en la Ciudad de México, Campeche, Coahuila, Nayarit, Quintana Roo y Michoacán y la Suprema Corte decidió que los matrimonios realizados en la Ciudad de México eran válidos para todo el país, de lo que tomaron nota de inmediato las principales instituciones públicas y privadas relacionadas con el derecho civil y mercantil.

La Iglesia juzgó y condenó a Galileo por atreverse a afirmar que la tierra no era el centro del Universo (principio heliocéntrico), como lo sostenían los teólogos (principio geocéntrico). La ciencia y la historia se encargaron de demostrar que Galileo tenía razón y la Iglesia se arrepintió después de haberlo llevado a juicio. ¿Por qué asustarse ahora, entonces?

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El precio de la clase dorada local: Aproximaciones

Ella fue legisladora local y desde el principio fijó las reglas de su propia negociación, sabiendo que su voto era el indispensable para decidir el producto legislativo. Vendió caro su amor. Todo el apoyo al gobierno del PAN a cambio de prebendas. ¿Cuáles? Dinero en efectivo cada mes, disfrazado de apoyos sociales, y chambas en el gobierno para un numeroso grupo de allegados, incluidos algunos parientes directos.

¿A cambio de qué? Todo el apoyo a las iniciativas panistas, incluidos los asuntos más absurdos o los de mayor polémica o compromiso para el Estado y el Gobierno.

Su dirigencia al principio la vio con desdén, después con preocupación por los señalamientos en la opinión pública. La denunciaron en algunos foros y al final les ganó la batalla en tribunales y terminaron por dejarla en paz. Fueron los mejores años de su corta carrera política. Debut y despedida, pero con las alforjas llenas y un cambio radical en estilo de vida en lo material. Los costos los pagó su partido, símbolo de la decadencia de una oposición política degradada que resiste su propia supervivencia.

¿Problemas de conciencia? Ninguno. Sus compañeros de partido que la antecedieron en la Legislatura también hicieron lo mismo y, sin rubor alguno, los primeros tres años “cobraron con la derecha lo que hicieron con la izquierda” asumiéndose después, empleados del gobierno que se fue.

Tres fueron los principales diputados locales de la “oposición” mayoritaria (PRI) que fingieron oponerse al gobierno Padrecista. Simulación pura.

Sin pizca alguna de lealtad, le permitieron al gobernador panista imponer a un magistrado del Supremo Tribunal de Justicia que no llenaba los requisitos, también -incluso-, que se simulara el arribo a tiempo de la propuesta de nombramiento y la metieron (contra el reglamento) la misma mañana que llegó al Congreso. Cedieron -a cambio de prebendas- al nombramiento de un oficial mayor de Gobierno (Carlos Tapia), sin reformar previamente la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo; permitieron la injerencia oficial en el IEE y PC y en el Tribunal Electoral; ampliaron sin chistar por cuatro años más la -controvertida de origen- presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y negociaron la ampliación del Tribunal de lo Contencioso Administrativo  para que el gobierno panista se despachara con la cuchara grande, para lo que pudiera ofrecerse en el futuro. Le autorizaron también al Ejecutivo los presupuestos anuales, sin debate, mucho antes de que terminara cada año fiscal,; y dejaron pasar una Ley de Educación, contraria a la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto (de su mismo partido). También soslayaron la reforma constitucional respectiva, entre otras.

¿A cambio de qué? También de dinero en efectivo, espacios en el Gobierno y canonjías políticas para atajar denuncias de irregularidades en el manejo de responsabilidades municipales que a algunos los alcanzaban.

Justificaciones -de ellos- van y vienen, pero no terminan de explicar en distintos foros el origen de sus fortunas y su radical cambio de vida por solo tres años de acción política en el Congreso local, mientras buscan acomodos en el nuevo gobierno. ¿Problemas de conciencia? Su modernidad los inmuniza.

Él, fue militante del PRI, dirigente sindical y regidor de un municipio grande en otra época. Le tocó entrar al Congreso local vía representación proporcional por un partido, que aglutina a una mayoría importante de sus compañeros de profesión. Desde el principio fijó las reglas: Negociación con el gobierno del PAN y aprobación de todo, empezando por la negativa de aprobación a los cambios en los artículos 3 y 73 constitucionales de la reforma educativa y aprobar una Ley de Educación para Sonora al gusto de la organización. ¿A cambio de qué? Dinero en efectivo disfrazado de apoyos para obras sociales, y chambas para allegados en puntos estratégicos. ¿Problema de Conciencia? Ninguno, ¡negocios son negocios! Ahí queda el comportamiento político y la negociación personal para la posteridad y el consecuente juicio de la historia… ¡Faltaba más!

Él, se la da de empresario importante (bloff) y cabildero (interesado) con el Poder para conseguir beneficios personales. Con el PRI jugó varias cartas políticas en función de su interés económico. Después, y al ganar el PAN la presidencia de México, buscó ligarse a personajes importantes de ese partido y lo logró. Fue dirigente empresarial, legislador y cabildero del gobierno panista de Sonora en algunas obras de controversia. Seguido le zampaba al gobierno estatal la venta de diversos bienes y servicios de su propia empresa o de sus socios. En la campaña del 2015 coqueteó con el PRI y con el PAN y le fue midiendo la temperatura al agua política y al avance de las campañas, sin dejar de percibir los beneficios que siempre le aportó el gobierno del PAN y sin definirse totalmente, para tratar de confundir.

Ahora le reclama al nuevo gobierno espacios para él y que le sostengan los mismos privilegios de venta de bienes y servicios. ¿El pasado? Ahí está, y se le considera uno de los defensores del gobierno que se fue (lo afirman los que se fueron). ¿Problema de conciencia? Ninguno ¿De moral pública o privada? Mucho menos. ¿Para qué son entonces las relaciones nacionales y locales hechas al calor de la complicidad? ¡Lo del agua al agua!

Él, es un experimentado líder sindical de la burocracia que ha sabido sortear los vaivenes de la política, a veces sin despeinarse. Jaló con los panistas del gobierno pasado en los temas de controversia y apoyó directamente a un familiar muy cercano, que fue funcionario importante allegado al grupo en el Poder del PAN. Muy rico ahora, ha sabido sacarle raja a la dirigencia que ostenta por partida doble. Tiene 20 años sin trabajar directamente su plaza, por sus ocupaciones de dirigente. Tiene a su disposición más de 100 comisionados con plaza del gobierno -que deberían de estar trabajando en sus trincheras laborales- y que le cuestan (al Estado) por concepto de salarios más de 3 millones de pesos mensuales- en la organización sindical. Las comisiones incluyen a familiares directos y amigos, que a la vez que gozan del sueldo que les aporta la comisión sindical, también se desempeñan como funcionarios en dependencias estatales y federales, afectando por partida triple el presupuesto de las ya de por sí castigadas y  exiguas arcas oficiales. ¿Problema de conciencia? Ninguno ¿Con la Contraloría? Tampoco ¿De moral pública? No le alcanzan a llegar las definiciones en esa materia.

Él, fue un funcionario estatal mediano en el pasado. Logró, vía tráfico de influencias, apoderarse de terrenos, ranchos y casas. Colaboró después en lo federal con los gobiernos del PAN e hizo importantes conexiones para ligarse a importantes proyectos empresariales y la construcción de obras. En el pasado inmediato, aprovechando la recomendación de algunos de sus amigos con el gobierno del PAN, logró que le rentaran algunos edificios de su propiedad a precios exorbitantes para las finanzas del Estado, donde se albergan algunas oficinas públicas que todavía ahí operan. ¿Problema de conciencia? Ninguno. ¿Con los partidos? Menos. ¡Faltaba más!

De origen muy humilde y nacido en la sierra del sur de Sonora, nunca imaginó llegar a la cúspide de la dirigencia sindical donde militó los últimos años de su carrera política. Cuando llegó al Poder, se le subió y empezó a desconocer orígenes, amigos y cercanos, que en un tiempo le ayudaron a llegar. Como dirigente hizo alianzas con el gobierno del PAN y no dudó en  desconocer incluso a sus propios compañeros de clase (social), a nombre de los compromisos adquiridos con el gobierno panista, que lo utilizó hasta la saciedad para enviar a cada rato mensajes políticos. Lo “obligaron” a tomarse fotos con los candidatos panistas cuando todo mundo le alertaba de que su organización sindical era plural; lo exhibieron en mítines y reuniones políticas apoyando a liderazgos de ese mismo partido queriendo con eso presumir apoyos políticos. Se le negó -incluso- a amistades y compañeros de lucha. Fue el responsable directo del proyecto de ley educativa aprobada por la legislatura local pasada, que acaba de anular la Suprema Corte de Justicia mediante controversia constitucional. Al inicio del nuevo gobierno estatal, lo recomendaron para que ocupara un puesto público  de mediana importancia en el organigrama. Ahí permanece sin rubor alguno y como si nada.¿Problemas de conciencia? Ninguno. ¿Problema moral? Para él también, al parecer la moral...es un árbol que da moras. ¡Alianzas, dinero y disciplina matan convicciones! ¡Faltaba más! ¿Qué no?

Él fue un conocido sacerdote con licencia, popular en algunos medios de comunicación. No tardó en subirse al carro del gobierno panista, que lo utilizó para tratar de lavar conciencias, con un puesto mediano en el gobierno desde donde organizaba cursos de moral social y (¡Ay!) de la siempre imprescindible autoayuda a la que es tan proclive y a la que el gobierno del PAN-sin el proyecto cultural que nunca han tenido-(¡faltaba más!) tanta importancia le da para tratar de explicarse el mundo.

Nunca los criticó, nunca los señaló y siempre lo premiaron. ¿Conflicto existencial? Ninguno. ¿Malestar espiritual? Menos. ¿Crisis de conciencia? ¡Que ocurrencias!

Son muchos los ejemplos que se pueden dar de la llamada Clase Dorada sonorense -auténtica rémora para el Estado-, que sin despeinarse ni trabajar goza de prebendas y exige cuotas. Esa clase dorada se encuentra en distintas trincheras (política, sindical, empresarial, medios, religiosa y partidista) y ocupa numerosos espacios que a diario presionan a las instituciones públicas exigiendo prebendas y tajadas cada vez mayores.

¿Cuánto le cuesta a Sonora su Clase Dorada? ¿Qué aporta?

Con cerca de 400 ejemplares que la conforman y distribuidos estratégicamente en el Estado, la clase dorada local es un lastre para la entidad y uno de los  obstáculos para el desarrollo.

Adam Smith los definió: “Se aseguran de que sus intereses reciban un trato preferente, por muy gravosas que resulten las consecuencias para los demás, incluido el pueblo”.

Sus ganancias son primero y sienten obligación de que se pacte con ellos. ¿A cambio de qué? De nada. Por alguna razón los gobiernos cargan con ese pesado fardo. Son hábiles para convencer y corromper a quien se deje, No arriesgan y siempre ganan; alimentan la corrupción y no invierten ganancias, solo especulan; no desarrollan, transan; y no apoyan, condicionan. Para ellos, la política es sólo un negocio redondo sin correr... ¿Los riesgos de manejar ideas o luchar por alguna causa social? ¡Ni al caso! ¡Para eso están los profesionales de la política! Esos que en algunas ocasiones vergonzosa, pasivamente y sin chistar, aparecen como sus servidores y rehenes. ¿También en este caso estamos a tiempo?... Ojalá

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Sur: El poder y sus conflictos: Anotaciones

La relación política entre norte y sur de Sonora siempre ha sido complicada, tensa y envuelta en dilemas. No ha sido gratuito; tiene su historia.

Quienes simplifican la historia, ubican casi siempre el problema como una expresión del ánimo colectivo de la gente del sur. No ha sido así.

Desde la fundación de Sonora como Estado, la federación siempre quiso someter a las etnias y para ello utilizaba a los poderes estatales, que de inmediato la emprendían principalmente contra los Yaquis en el sur y los apaches en el norte. Los hostigaban, perseguían y buscaban acabar, a nombre del sometimiento a las leyes federales y estatales. Con esa cantaleta proliferaron los abusos, la violencia y los excesos de poder.

Los apaches desaparecieron y acabaron replegándose hacia en el Norte y otras entidades. Sus historias nos aparecen como lejanas y son recurrentes en los municipios serranos del norte y los limítrofes con Chihuahua. El gobierno americano los sacó de sus dominios y terminó por enviarlos a las pantanosas e incómodas tierras de la Florida.

Los Yaquis nunca cedieron y se asentaron en su territorio donde históricamente resistieron, desde los intentos de colonización de los españoles hasta las crueles deportaciones a Yucatán, que se realizaran en el gobierno de Porfirio Díaz.

José María Maytorena, gobernador amigo de ellos los llevó a una audiencia con el presidente Madero en 1912. Lázaro Cárdenas, presidente solidario con su causa, logró la restitución y el reconocimiento de su territorio que les había sido secuestrado por autoridades y particulares. Los recibió también el presidente Adolfo López Mateos, y Ernesto Zedillo los visitó en 1997. Siempre en el debate, siempre en la discusión, el problema Yaqui  ha estado en la agenda de los gobiernos federales y estatales.

Con el tiempo, las tensiones se vieron acompañadas de la codicia y las ambiciones: en el sur están las mejores tierras, y el afluente que tiene agua todo el año -a diferencia del resto de los ríos del estado- como es el Río Yaqui, que nace en el estado de Chihuahua.

La relación política entre el sur y el norte de Sonora empezó a estabilizarse a partir de la creación de nuevos municipios y del surgimiento de figuras políticas que encarnaban aspiraciones y demandas regionales.

Pero realmente, ¿cuándo empezó a mejorar la relación entre el Sur de Sonora y los gobiernos del Estado?

Fue cuando Faustino Félix Serna se vinculó a la campaña de Luis Encinas Johnson para el gobierno del Estado en 1961, cuando la mayoría de sus ex colaboradores como aspirante lo habían abandonado (a Encinas) alegando que la decisión se había tomado ya en favor de Fausto Acosta Romo (lo que era cierto), pero que al final (y repentinamente) cambió a favor del rector de la Universidad de Sonora, que gobernó el Estado entre 1961 y 1967.

De 1961 en adelante, cuando Félix Serna inicia su período como presidente municipal de Cajeme, las cosas se empezaron a estabilizar en el municipio y regresa al sur la llamada normalidad democrática. A partir de ahí ya no volvieron a crearse consejos políticos -en Cajeme-, como antes.

A mediados del período de Encinas, el conflicto se presenta más al sur cuando en 1964 es asesinado el dirigente campesino Manuel “Chonte” Barreras en Huatabampo, y son destituidos los presidentes municipales de Huatabampo (Martín Larrauri), Etchojoa (Fidencio Trinidad Valenzuela) y Navojoa (Servando Monsiváis Martínez), en una ola de cobro de facturas por motivos nimios que reflejaron una real crisis política.

¿Y la alternancia de partidos?

En 1946 llegó por primera vez la alternancia (real) a Cajeme con la victoria municipal de Vicente Padilla del Partido Popular. En 1979 volvió a ganar un partido opositor al PRI (PAN) Adalberto Rosas López y en 1997 el PRD. La alternancia municipal llegaría en 1997 también a los municipios de Huatabampo, Álamos Etchojoa, Navojoa y Bácum, y después a los de reciente creación como Benito Juárez y San Ignacio Río Muerto.

¿Y los conflictos experimentados entre 1937 y 1958?

Las luchas sociales y políticas (agrarias, sindicales ayuntamientos, irrigación etc.) no pararon y enfrentaron las ideas y los criterios que tenían los gobernadores. Una relación política fatal con el gobernador Román Yocupicio a decir de Corbalá Acuña:[...] “ por los desplantes, las arrogancias y las poses melodramáticas a que era tan propenso Yocupicio, consecuencia de su incultura y sus insuficiencias”. Con Anselmo Macías no lograron entenderse y ni siquiera volteó para allá, a excepción de la construcción de la carretera de concreto de Navojoa a Huatabampo. Con Abelardo Rodríguez no se entendieron por diferencias graves de orientación política, y menos son sus sustituto Horacio Sobarzo -que entre sus credenciales tenía la de haber sido fundador del PAN en 1939 y tenía sus ideas en materia educativa, agraria y sindical-. Decía Abelardo Rodríguez: “No me perdono lo injusto que fui con mis verdaderos amigos en Sonora, a los que no di el trato ni las oportunidades que debía”[...]“Me valí de mediocres, ingratos y malagradecidos y de gentes incapaces y buenas para nada, para que me auxiliaran”.[...] “A excepción de Sobarzo y unos cuantos amigos leales, el resto eran oportunistas y lambiscones que se volvieron mis enemigos y enseñaron el cobre desde el momento mismo que dejé el Gobierno”.

Con Ignacio Soto hubo enfrentamientos que no amainaron, a raíz de la candidatura al gobierno estatal de Jacinto López del Partido Popular. Álvaro Obregón Tapia enfrentó serios problemas políticos que no pudo resolver y tuvo la ocurrencia de inventar reformas que inhibían la participación de los habitantes del valle en la integración del Ayuntamiento, bajo la exigencia de haber nacido en el municipio, cuando la generación que disputaba el poder había nacido entre 1900 y 1913 y Cajeme se había fundado apenas en 1929.

Aquí cabe hacer la anotación que los primeros alcaldes nacidos en Cajeme fueron Adalberto Rosas de Pueblo Yaqui (1979) y Faustino Félix Escalante de la cabecera municipal (1991).

¿Una tensa y difícil relación de siempre entre sur y norte?

Más que entre sur y norte, las complicaciones eran siempre entre la gente de los valles del Yaqui y Mayo, siempre con mayor combatividad política e ideológica y muy maltratados por el porfiriato, pero con aportaciones reales a la lucha revolucionaria a través de su máximo exponente Álvaro Obregón.

¿Otros casos específicos?

Los repartos agrarios; la fundación de sindicatos; la administración de las aguas; la introducción del Seguro Social; las decisiones políticas en los municipios; la lucha por el poder del Estado; las luchas sindicales y agrarias; la división de la CTM en lo nacional, que dio lugar a una escisión de donde nació la UGOCM -que repercutió en Sonora-; la fundación de la CTS (después CROC), que trató de dividir a las organizaciones obreras; las alternancias en el poder municipal con otros actores políticos: y al final avanzado el siglo XXI, la lucha por el agua de la presa El Novillo, que enfrentó al gobierno estatal del PAN con la gente de los valles del Yaqui y Mayo, comenzando en 2010 con el anuncio de la construcción del acueducto Independencia que diera lugar a numerosos melodramas políticos de un ejecutivo estatal-complicidades aparte- encaprichado por derrotar a la gente del Sur con sus acciones políticas de las que destacaron aquellos seis desplegados a plana entera de agosto de 2012 donde concentraba lo que a su juicio eran las verdades; Jurídica, Social, Económica, Política, Técnica e Histórica (sic) para combatir a esa “enfermiza oposición”(sic): “No me detendré ya más en señalar, uno por uno, persona por persona, de frente y sin rodeos, los intereses políticos y partidistas que persiguen quienes financian, operan y respaldan este supuesto movimiento social” (sic)

La historia registra otra cosa, y el tiempo le dio siempre la razón moral y política a la gente del Sur, que nunca renunció a su lucha a pesar de las amenazas, las persecuciones, la violencia y las presiones.

¿Con efectos políticos concretos?

Sí. El PRI recuperó en 2012 el ayuntamiento de Cajeme que había perdido con el PAN en 2009. El presidente Peña Nieto recibió de Cajeme el 42% de los votos con que derrotó en Cajeme a Josefina Vásquez Mota. A la fórmula del senado en ese año (Pavlovich-Gándara), Cajeme le aportó 34 mil votos de diferencia (la fórmula ganó por 29 mil a nivel estatal) y de los 61mil votos de diferencia entre Claudia Pavlovich y Javier Gándara en la elección del 2015 Cajeme aportó 36 mil. Toda una demostración de la crisis de relación política y el hartazgo de la gente del Sur con el PAN y el gobierno para aquellos que siempre sostuvieron que el Sur estaba dividido.

¿Y ahora?

Se advierte una nueva relación entre el Sur y el gobierno estatal basada en el diálogo y la inclusión. La protesta sigue, pero ha bajado de nivel y todavía existen pendientes jurídicos y faltan muchas respuestas en materia de desarrollo social y lucha contra la pobreza. Guaymas enfrenta una triple crisis; Moral, política y financiera sin que se advierta una salida. Cajeme no ve la puerta en materia de endeudamiento con implicaciones en la marcha del gobierno municipal. Etchojoa, Álamos y Huatabampo requieren de replantear su modelo de desarrollo agrícola porque se están despoblando. Sus migraciones -sobre todo de jóvenes-hacia las fronteras y los Estados Unidos se han incrementado en forma alarmante por falta de empleo y oportunidades, y no tardan en estar como los municipios de la sierra. Pueblos pintorescos y atractivos, pero con la mayoría de sus casas vacías. El problema, dicen los vecinos, es que ya experimentaron con todos los partidos políticos, y ninguno ha tenido las respuestas adecuadas a las crisis. Les ha faltado creatividad, imaginación, visión y unidad. No todo es el dinero pues.

¿Y en el asunto del agua?

Dice el investigador José Luis Moreno Vásquez del Colegio de Sonora en su documentado análisis del conflicto (Despojo de agua en la Cuenca del río Yaqui):“La violación sistemática de las resoluciones judiciales federales por parte del poder ejecutivo estatal en la construcción y operación del Acueducto, junto a la debilidad del gobierno federal en materia hidráulica, permiten concluir que es un despojo institucional de agua”. “La lentitud de las resoluciones en favor de los quejosos abonó la presencia de lo que denominamos “justicia del hecho consumado”. “Así mismo la falta de cumplimiento de las resoluciones en favor de la tribu Yaqui y el acatamiento inmediato de las disposiciones en favor del municipio de Hermosillo permiten concluir que es también una justicia selectiva”. En síntesis.

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