El alcalde de Sonoyta, Heriberto Serrano, queda sorprendido al leer en la prensa: "Lupe, una joven madre Sonoytense de corazon, ha bautizado a sus recién nacidos gemelos, niños, con los nombres de Heriberto y Sonoyta". Honrrado el Edil, decide hacer una visita a la mamá, como prueba de su profundo agradecimiento. Encuentra a la Lupe dando el pecho a Heriberto que chupaba con alegre afán del generoso pecho de su madre. El alcalde reitera su agradecimiento, y pregunta -¿Dónde está Sonoyta? El hermanito de este glotón precioso que no deja de mamar? La Lupe le responde que desde hace un buen rato está profundamente dormido. Extrañado , el alcalde tiene la osadía de pedir a la mamá que lo despierte, y así él tendrá la oportunidad de ver y conocer a la criatura. La respuesta de la Lupe deja asustado a Heriberto -Señor alcalde , no le aconsejo despertar a Sonoyta, porque si Sonoyta despierta... ¡Heriberto dejaría de mamar...!.