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Cuestión de debate. Constitución nuevecita

¿Qué es una constitución? Bueno, sin meternos en vericuetos o complejidades doctrinarias, diremos que una constitución es el máximo ordenamiento jurídico, sobre el cual no puede estar ningún otro, con el que nace un Estado soberano y con gobierno autónomo, al que por virtud de ella se le da estructura orgánica y atribuciones. Así como también contempla para todo  ciudadano un conjunto de dogmas o mandatos llamados garantías individuales, mismas que lo protegen de los excesos en que suele incurrir el Estado o que sirven de límites a éste en cuanto al dsempeño de su propia acción.

   Todo eso viene a cuento, por la tan traída y llevada por muchos años, Constitución de la Ciudad de México, que por fin, dentro de un ambiente de fiestas patrias, entrará en vigor. Sí, será el próximo día 17 del presente mes cuando los citadinos de esta Capital de la República estrenarán su Constitución, también llamada Carta Magna. Claro, no sobra decirlo que para  llegar a ese punto victorioso se tuvo que recorrer un largo camino escabroso, colmado de resistencias y lleno de obstáculos, que muchas de las veces parecían insalvables. Quizá obtrucciones desde las más absurdas hasta las mas conservadoras. Por años implicó todo un debate intenso esa Constitución capitalina y que a unos cuantos días cobrará vigencia.

Pero en fin, ahora la Ciudad de México tiene su Constitución, que desde luego no emanó de una lucha armada, como la Constitución Federal de 1917, que fue producto de la revolución mexicana. No, el nacimiento de aquella se origina algunos lustros atrás como un reclamo airado y enérgico de diversos grupos sociales, posiblemente desarticulados y de partidos opositores de izquierda, cuyo denominador común fue enarbolar la bandera por la igualdad de los derechos de los habitantes del D. F. comparados con los derechos de los ciudadanos de las demás entidades del país, que sí contaban con sus propias constituciones.  

Ante esta circunstancia se exclamaba que había desigualdad, interpretando por ese simple hecho, quienes sostenían este criterio, que en nuestro país no podía haber mexicanos de primera ni mexicanos de segunda, teníamos que ser todos iguales. Este era el argumento y la base de lucha para ese objetivo, era una expresión que sonaba contundente, irrebatible y légitima, probablemente descontextualizada, pero que eventualmente se utilizaba como una herramienta política para hacer presión y tratar de aflojar con eficacia a quienes pretendían que en la Ciudad de México todo siguiera igual, sin cambio alguno.

En el fondo a grandes rasgos ¿qué se pedía? Que la Ciudad de México administrativa y políticamente dejara de ser el Departamento del Distrito Federal que dependía de Presidencia de la República. Que sus autoridades gobernantes (Regente de la Ciudad y delegados) ya no fueran designados de dedazo por el presidente de la República y que en cambio, mediante un sistema democrático, los ciudadanos capitalinos con su voto libremente pudieran elegirlos, asì como  también a sus representantes populares (diputados locales). Tan solo con esto parcialmente se alcanzó la igualdad buscada, sin constitución.

Sin embargo, en los años más recientes se seguía insistiendo en que la Ciudad de México se equiparara a cualquier estado de la República, y para ello se exigía una Constitución local. Vaya, se logró, pero ¿cuáles son los beneficios tangibles que ello aportará a quienes habitamos  en esta urbe? Son enormes, y si lugar a equivocos es una Constitución muy avanzada, tanto en democracia participativa de la ciudadanía, como en el reconocimiento de amplios derechos humanos. Se crearon las alcaldías, como instancias de gobiernos novedosos con mayor autonomía en el ejercicio del presupuesto, esto por citar parte de la restructura orgánica fundamental del gobierno de la Ciudad de México.

En fin, una Constitución nuevecita, todavía sin ningún parche, que cumple el sueño chilango acariciado por muchos años, y que formalmente entrará en vigor  el próximo 17 de septiembre, aunque parcialmente  en algunos aspectos ya fue aplicada, y en otros más irá cobrando vigor paulatinamente en diversas fechas, tal como lo establecen algunos de sus artículos transitorios, por tanto un motivo màs para festejar el mes patrio.  Lo veremos.

Pálida tinta: Del socavón de Cuernavaca al bachezón de la Ciudad de México.  Sí, se recordará que en el primero murieron dos personas, padre e hijo al caer en un enorme hoyo que se abrió en una vialidad recién estrenada, y todo por la corrupción al construirse deficientemente la misma. Aquí, no  pueden tapar los baches con un dedo, y las consecuencias son fatales, porque  la semana pasada cuando un padre circulaba en moto acompañado de su menor hijo, al esquivar un bache el niño cayó para que luego lo atropellara un tráiler y al instante falleció, negligencia que, quizá, los responsables quieran tapar con alguna estúpida disculpa.


Cuestión de debate: Napoleón entra a México por la puerta grande

napitoFueron doce largos años de autoexilio en Vancouver, Canadá. Un periodo muy amplio de persecución o al menos de amenazas en ese sentido por parte  del Estado Mexicano en contra del ya famoso líder sindical minero, Napoléon Gómez Urrutia. La razón de ello, era que se le acusaba de diversos delitos cometidos, supuestamente, por una desviación o desaparición de 54 millones de dólares provenientes de las cuotas sindicales del gremio minero.

Un personaje mítico que generaba polémica, y que por estos hechos a la postre se convirtió en  una verdadera leyenda popular, en alguien que despertaba curiosidad, simpatía y posiblemente pasión por conocerlo, quizá por su osadía o sus hazañas de burlar a la fuerza descomunal del estado, y que, aparentemente, sólo por la acción del autodestierro pudo evitar pisar los interiores de un reclusorio de alta seguridad en nuestro país.

Seguramente no existen convenios de extradición con Canadá, siendo esa la causa  por la cual Gómez Urrutia en su momento eligió ese país para ponerse a salvo de sus persecutores pertenecientes a los dos regímenes de gobiernos anteriores, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto, respectivamente. Sin embargo, creo que también habría que resaltar, que si el gobierno mexicano se hubiera propuesto traerlo a comparecer ante la justicia penal, posiblemente lo hubiera hecho.

Pero no sucedió así, porque tal pareciera que la persecución y el acoso ejercido contra él sólo  tenían efectos aquí, dentro del país, al parecer ello porque trastocaba intereses empresariales mineros, y que por tal circunstancia al gobierno le resultaba ser un líder incómodo. Fuera de nuestro territorio nacional, quedó en evidenca que lo toleraron en todos los aspectos, porque incongruentemente el Estado le reconocía dicho liderazgo y representatividad legal a través de las “tomas de nota” emitidas por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Es decir, ni por asomo se le desconoció su dirigencia minera ejercida de manera continua y ordinaria durante más de una década desde el extranjero, concretamente desde Canadá. A lo mejor también sería que se convirtió en intocable por la influencia de ese país que tiene fuertes intereses mineros en nuestro México. Insólito e inverosimil.

Aun así, la mayoría de la sociedad mexicana lo convirtió en una victima del Estado, en un desterrado, en un perseguido político, a quien se le excluyó injustamente de residir en su patria. Interpretación que hacen otros como una acción desmedida del gobierno, y en consecuencia violatoría de sus garantías individules concernietes a sus derechos humanos.

Pero al ser candidateado por Morena como senador plurinominal, con todas las  posibilidades de salir electo, en razón del lugar numérico en que fue ubicado en la lista de representación proporcinal, en esta misma columna lo dijimos que por ese hecho, Napoleón Gómez Urrutia sería repatriado, porque iba a resultar electo senador, tal como sucedió. Es por ello que ahora sostenemos que Napoleón el lunes pasado entró a México por la puerta grande que resulta ser el Senado de la República, con todas las garantías de seguridad y consideración que implican su integridad personal, como también reinvindicado en su prestigio social, para tomar protesta de prominente cargo de legislador, dejando atrás y en el olvido, el autoexilio. Lo veremos.  

Pálida tinta: La Jefa de Gobierno electa,  Fueron doce largos años de autoexilio en Vancouver, Canadá. Un periodo muy amplio de persecución o al menos de amenazas en ese sentido por parte  del Estado Mexicano en contra del ya famoso líder sindical minero, Napoléon Gómez Urrutia. La razón de ello, era que se le acusaba de diversos delitos cometidos, supuestamente, por una desviación o desaparición de 54 millones de dólares provenientes de las cuotas sindicales del gremio minero.

Un personaje mítico que generaba polémica, y que por estos hechos a la postre se convirtió en  una verdadera leyenda popular, en alguien que despertaba curiosidad, simpatía y posiblemente pasión por conocerlo, quizá por su osadía o sus hazañas de burlar a la fuerza descomunal del estado, y que, aparentemente, sólo por la acción del autodestierro pudo evitar pisar los interiores de un reclusorio de alta seguridad en nuestro país.

Seguramente no existen convenios de extradición con Canadá, siendo esa la causa  por la cual Gómez Urrutia en su momento eligió ese país para ponerse a salvo de sus persecutores pertenecientes a los dos regímenes de gobiernos anteriores, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto, respectivamente. Sin embargo, creo que también habría que resaltar, que si el gobierno mexicano se hubiera propuesto traerlo a comparecer ante la justicia penal, posiblemente lo hubiera hecho.

Pero no sucedió así, porque tal pareciera que la persecución y el acoso ejercido contra él sólo  tenían efectos aquí, dentro del país, al parecer ello porque trastocaba intereses empresariales mineros, y que por tal circunstancia al gobierno le resultaba ser un líder incómodo. Fuera de nuestro territorio nacional, quedó en evidenca que lo toleraron en todos los aspectos, porque incongruentemente el Estado le reconocía dicho liderazgo y representatividad legal a través de las “tomas de nota” emitidas por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Es decir, ni por asomo se le desconoció su dirigencia minera ejercida de manera continua y ordinaria durante más de una década desde el extranjero, concretamente desde Canadá. A lo mejor también sería que se convirtió en intocable por la influencia de ese país que tiene fuertes intereses mineros en nuestro México. Insólito e inverosimil.

Aun así, la mayoría de la sociedad mexicana lo convirtió en una victima del Estado, en un desterrado, en un perseguido político, a quien se le excluyó injustamente de residir en su patria. Interpretación que hacen otros como una acción desmedida del gobierno, y en consecuencia violatoría de sus garantías individules concernietes a sus derechos humanos.

Pero al ser candidateado por Morena como senador plurinominal, con todas las  posibilidades de salir electo, en razón del lugar numérico en que fue ubicado en la lista de representación proporcinal, en esta misma columna lo dijimos que por ese hecho, Napoleón Gómez Urrutia sería repatriado, porque iba a resultar electo senador, tal como sucedió. Es por ello que ahora sostenemos que Napoleón el lunes pasado entró a México por la puerta grande que resulta ser el Senado de la República, con todas las garantías de seguridad y consideración que implican su integridad personal, como también reinvindicado en su prestigio social, para tomar protesta de prominente cargo de legislador, dejando atrás y en el olvido, el autoexilio. Lo veremos.  

 

Fueron doce largos años de autoexilio en Vancouver, Canadá. Un periodo muy amplio de persecución o al menos de amenazas en ese sentido por parte  del Estado Mexicano en contra del ya famoso líder sindical minero, Napoléon Gómez Urrutia. La razón de ello, era que se le acusaba de diversos delitos cometidos, supuestamente, por una desviación o desaparición de 54 millones de dólares provenientes de las cuotas sindicales del gremio minero.

Un personaje mítico que generaba polémica, y que por estos hechos a la postre se convirtió en  una verdadera leyenda popular, en alguien que despertaba curiosidad, simpatía y posiblemente pasión por conocerlo, quizá por su osadía o sus hazañas de burlar a la fuerza descomunal del estado, y que, aparentemente, sólo por la acción del autodestierro pudo evitar pisar los interiores de un reclusorio de alta seguridad en nuestro país.

Seguramente no existen convenios de extradición con Canadá, siendo esa la causa  por la cual Gómez Urrutia en su momento eligió ese país para ponerse a salvo de sus persecutores pertenecientes a los dos regímenes de gobiernos anteriores, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto, respectivamente. Sin embargo, creo que también habría que resaltar, que si el gobierno mexicano se hubiera propuesto traerlo a comparecer ante la justicia penal, posiblemente lo hubiera hecho.

Pero no sucedió así, porque tal pareciera que la persecución y el acoso ejercido contra él sólo  tenían efectos aquí, dentro del país, al parecer ello porque trastocaba intereses empresariales mineros, y que por tal circunstancia al gobierno le resultaba ser un líder incómodo. Fuera de nuestro territorio nacional, quedó en evidenca que lo toleraron en todos los aspectos, porque incongruentemente el Estado le reconocía dicho liderazgo y representatividad legal a través de las “tomas de nota” emitidas por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Es decir, ni por asomo se le desconoció su dirigencia minera ejercida de manera continua y ordinaria durante más de una década desde el extranjero, concretamente desde Canadá. A lo mejor también sería que se convirtió en intocable por la influencia de ese país que tiene fuertes intereses mineros en nuestro México. Insólito e inverosimil.

Aun así, la mayoría de la sociedad mexicana lo convirtió en una victima del Estado, en un desterrado, en un perseguido político, a quien se le excluyó injustamente de residir en su patria. Interpretación que hacen otros como una acción desmedida del gobierno, y en consecuencia violatoría de sus garantías individules concernietes a sus derechos humanos.

Pero al ser candidateado por Morena como senador plurinominal, con todas las  posibilidades de salir electo, en razón del lugar numérico en que fue ubicado en la lista de representación proporcinal, en esta misma columna lo dijimos que por ese hecho, Napoleón Gómez Urrutia sería repatriado, porque iba a resultar electo senador, tal como sucedió. Es por ello que ahora sostenemos que Napoleón el lunes pasado entró a México por la puerta grande que resulta ser el Senado de la República, con todas las garantías de seguridad y consideración que implican su integridad personal, como también reinvindicado en su prestigio social, para tomar protesta de prominente cargo de legislador, dejando atrás y en el olvido, el autoexilio. Lo veremos.  

 

Fueron doce largos años de autoexilio en Vancouver, Canadá. Un periodo muy amplio de persecución o al menos de amenazas en ese sentido por parte  del Estado Mexicano en contra del ya famoso líder sindical minero, Napoléon Gómez Urrutia. La razón de ello, era que se le acusaba de diversos delitos cometidos, supuestamente, por una desviación o desaparición de 54 millones de dólares provenientes de las cuotas sindicales del gremio minero.

Un personaje mítico que generaba polémica, y que por estos hechos a la postre se convirtió en  una verdadera leyenda popular, en alguien que despertaba curiosidad, simpatía y posiblemente pasión por conocerlo, quizá por su osadía o sus hazañas de burlar a la fuerza descomunal del estado, y que, aparentemente, sólo por la acción del autodestierro pudo evitar pisar los interiores de un reclusorio de alta seguridad en nuestro país.

Seguramente no existen convenios de extradición con Canadá, siendo esa la causa  por la cual Gómez Urrutia en su momento eligió ese país para ponerse a salvo de sus persecutores pertenecientes a los dos regímenes de gobiernos anteriores, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto, respectivamente. Sin embargo, creo que también habría que resaltar, que si el gobierno mexicano se hubiera propuesto traerlo a comparecer ante la justicia penal, posiblemente lo hubiera hecho.

Pero no sucedió así, porque tal pareciera que la persecución y el acoso ejercido contra él sólo  tenían efectos aquí, dentro del país, al parecer ello porque trastocaba intereses empresariales mineros, y que por tal circunstancia al gobierno le resultaba ser un líder incómodo. Fuera de nuestro territorio nacional, quedó en evidenca que lo toleraron en todos los aspectos, porque incongruentemente el Estado le reconocía dicho liderazgo y representatividad legal a través de las “tomas de nota” emitidas por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Es decir, ni por asomo se le desconoció su dirigencia minera ejercida de manera continua y ordinaria durante más de una década desde el extranjero, concretamente desde Canadá. A lo mejor también sería que se convirtió en intocable por la influencia de ese país que tiene fuertes intereses mineros en nuestro México. Insólito e inverosimil.

Aun así, la mayoría de la sociedad mexicana lo convirtió en una victima del Estado, en un desterrado, en un perseguido político, a quien se le excluyó injustamente de residir en su patria. Interpretación que hacen otros como una acción desmedida del gobierno, y en consecuencia violatoría de sus garantías individules concernietes a sus derechos humanos.

Pero al ser candidateado por Morena como senador plurinominal, con todas las  posibilidades de salir electo, en razón del lugar numérico en que fue ubicado en la lista de representación proporcinal, en esta misma columna lo dijimos que por ese hecho, Napoleón Gómez Urrutia sería repatriado, porque iba a resultar electo senador, tal como sucedió. Es por ello que ahora sostenemos que Napoleón el lunes pasado entró a México por la puerta grande que resulta ser el Senado de la República, con todas las garantías de seguridad y consideración que implican su integridad personal, como también reinvindicado en su prestigio social, para tomar protesta de prominente cargo de legislador, dejando atrás y en el olvido, el autoexilio. Lo veremos.  

Pálida tinta: La Jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum la semana pasada se le vio hacer sus recorridos entre los escombros de las zonas dañadas por el sismo del 19 de septiembre, enterándose de la precariedad de la situación, y mas cuando constató que la administración actual no tiene ni siquiera los censos completos de los damnificados por ese fenómeno telúrico. Ahora la pregunta es, sí también encontrará escombros provenientes de un gobierno evidentemente erosionado por la corrupción y la inseguridad creciente en esta Ciudad de México…………. Lo mostrado antier fue tan solo una probadita de la enorme fuerza que trae Morena al haber hecho sentir sus mayorías, tanto en la cámara de senadores como en la diputados, pero dicen que no serán rencorosos, porque ellos aseguran que no pagarán con la misma moneda, no aplastaran a nadie de otros partidos (a menos que sean muy necios), sino que la batalla se centrará en sacar acuerdos pero por consenso, no por imposición.   Pálida tinta: La Jefa de Gobierno electa,  , la semana pasada se le vio hacer sus recorridos entre los escombros de las zonas dañadas por el sismo del 19 de septiembre, enterándose de la precariedad de la situación, y mas cuando constató que la administración actual no tiene ni siquiera los censos completos de los damnificados por ese fenómeno telúrico. Ahora la pregunta es, sí también encontrará escombros provenientes de un gobierno evidentemente erosionado por la corrupción y la inseguridad creciente en esta Ciudad de México…………. Lo mostrado antier fue tan solo una probadita de la enorme fuerza que trae Morena al haber hecho sentir sus mayorías, tanto en la cámara de senadores como en la diputados, pero dicen que no serán rencorosos, porque ellos aseguran que no pagarán con la misma moneda, no aplastaran a nadie de otros partidos (a menos que sean muy necios), sino que la batalla se centrará en sacar acuerdos pero por consenso, no por imposición.   Pálida tinta: La Jefa de Gobierno electa,  , la semana pasada se le vio hacer sus recorridos entre los escombros de las zonas dañadas por el sismo del 19 de septiembre, enterándose de la precariedad de la situación, y mas cuando constató que la administración actual no tiene ni siquiera los censos completos de los damnificados por ese fenómeno telúrico. Ahora la pregunta es, sí también encontrará escombros provenientes de un gobierno evidentemente erosionado por la corrupción y la inseguridad creciente en esta Ciudad de México…………. Lo mostrado antier fue tan solo una probadita de la enorme fuerza que trae Morena al haber hecho sentir sus mayorías, tanto en la cámara de senadores como en la diputados, pero dicen que no serán rencorosos, porque ellos aseguran que no pagarán con la misma moneda, no aplastaran a nadie de otros partidos (a menos que sean muy necios), sino que la batalla se centrará en sacar acuerdos pero por consenso, no por imposición.    la semana pasada se le vio hacer sus recorridos entre los escombros de las zonas dañadas por el sismo del 19 de septiembre, enterándose de la precariedad de la situación, y mas cuando constató que la administración actual no tiene ni siquiera los censos completos de los damnificados por ese fenómeno telúrico. Ahora la pregunta es, sí también encontrará escombros provenientes de un gobierno evidentemente erosionado por la corrupción y la inseguridad creciente en esta Ciudad de México…………. Lo mostrado antier fue tan solo una probadita de la enorme fuerza que trae Morena al haber hecho sentir sus mayorías, tanto en la cámara de senadores como en la diputados, pero dicen que no serán rencorosos, porque ellos aseguran que no pagarán con la misma moneda, no aplastaran a nadie de otros partidos (a menos que sean muy necios), sino que la batalla se centrará en sacar acuerdos pero por consenso, no por imposición.  

Cuestión de debate: Constancia de mayoría. Acto final

Qué lejos quedaron aquellos días aciagos de 2006, cuando una tarde lluviosa, con nubarrones muy negros los miles de seguidores de Andrés Manuel López Obrador abarrotaron las calles aledañas al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ello para ejercer presión y exigirle que no se cometiera un nuevo fraude electoral, porque se tenía la certeza que el tabasqueño le había ganado a Felipe Calderón la elección presidencial.

Sin embargo, en los rostros de los manifestantes permeaba la incertidumbre, el desazon y la  desconfianza, ya que, aun cuando ante ese órgano jurisdiccional estaba bajo proceso la calificación de dicha elección presidencial de aquel entonces, lo cierto era que se percibía que con la resolución que llegase a emitirse se consumaría el fraude elctoral y el robo de una elección que tanto se temía. Claro, también se sabía que con ese acto significaría la última palabra, la palabra inapelable y punto, y se tendría que darle la vuelta a la página, con la frustración a cuestas, tal como sucedió.   

Ahora fue diferente, es decir, la semana pasada, cuando parte de  esos mismos seguidores, bajo un sol radiante volvieron acudir al sitio referido, o mejor dicho, a las afueras del citado Tribunal Electoral. No para manifestarse o para protestar inconformidades, sino para ser testigos del momento culminante en que este órgano electoral calificó como válida la reciente elección presidencial, y consecuentemente le hizo entrega de la constancia de mayoría a  López Obrador. Acto solemne en el cual fue declarado presidente electo.

Pero tampoco se puede desdeñar que para llegar a la cúspide de esa victoria, que a la postre se materializó con la mencionada constancia de mayoría, entregada protocolariamente al Licenciado López Obrador, quien para escalar a ese nivel, colmado de un momento emocional contagiante y sin precedente, desde luego que antes tuvo que sortear infinidad de visicitudes, de obstáculos increíbles o de todo tipo de resistencias que por más de una década se le atravesaban en su camino, incluyendo el infausto desafuero, con la intención de impedirle a toda costa que continuara su marcha rumbo al objetivo de convertirse en Presidente de la República.

 Fue una constancia de mayoría que recibió como reflejo y respuesta a sus esfuerzos, a sus inquebrantables principios políticos ampliamente demostrados, a su convicción ideológica irrompible y a su dedicación tenaz y constante, en la que fuimos testigos que por muchos años invirtió la totalidad de su tiempo y gran parte de su vida. Un documento magno en el que quedó plasmado todo ese esfuerzo sin igual, y que a López Obrador le permitió llegar a la meta que se propuso.

Una meta que solo pueden cruzar las personas virtuosas y  excepcionales. Alguien  que hace  un verdadero hábito para imponerse ante las adversidades y los obstáculos por complicados o difíciles que éstos sean. Tal pareciera que, para personajes como él, no existe el vocablo denominado derrota, y por el contrario, demostró que su mente siempre se encuentra predispuesta  a vencer, pero en buena lid, a sus oponentes.  Por eso es que la constancia de mayoría presidencial que le entregaron como acto final de este proceso electoral, condensa a cabalidad la dedicación a la política, como una forma de proponerse servir a los demás. Lo veremos.

Pálida tinta: Cuando apresaron a la maestra Elba Esther Gordillo, aquí en esta columna señalamos que no saldría de su celda hasta que terminara el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, y tal parece que así ha sucedido. Curiosamente  en días pasados los jueces se apresuraron  en los procesos penales y le dictaron su libertad, dizque, por falta de elementos en las diversas imputaciones que se le hacían. ¡Qué casualidad!....................En el PRD no aprenden, se disputaron fraticidamente entre los senadores Juan Zepeda y Miguel Angel Mancera,  el liderazgo de una mini fracción de seis senadores, cuando más temprano que tarde seguro que esa fracción estará destinada a desaparecer, porque algunos esos legisladores emigraran  a otros  grupos parlamentaros…¿La austeridad? Es algo que no preocupa a la gran mayoría de las clases populares mexicanas. Más bien estarán preocupados quienes han vivido en la opulencia a cargo del erario público.

Cuestión de debate: Ahora a restañar heridas

Después de que los grandes partidos políticos PAN, PRD, PRI y Morena dieron su  batalla electoral, sin excepción alguna, al interior de cada uno de ellos vino el breve receso y luego entraron a la reflexión y el análisis sobre los resultados que cada uno obtuvo de las recientes campañas políticas.

El PRD, hoy maltrecho por los efectos de la pasada contienda  electoral, fue el primero en convocar, a su ya escasa militancia, a un congreso extraordinario, para tratar, seguramente, de vislumbrar su futuro incierto y quizá intentar reposicionarse. Acto en el que hicieron su ejercicio de introspección, y los reproches salieron a relucir, mismos que retumbaban desde su encerrona. Iban también en el sentido de reconocer que el error más grande que habían cometido y que los acabó de derrumbar al abismo, fue el hecho de haberse aliado con su némesis político, que es la derecha. Sienten que de la noche a la mañana por esa causa lo perdieron todo. Que están sin rumbo y que se encuentran en la encrucijada de refundar su partido o de plano desaparecerlo para empezar de cero.

Por lo que hace al PAN, es de señalar que este partido sigue  sumergido en una profunda crisis política, y en medio de ello no se quedó atrás, y para pronto realizó su congreso, en el que afloraron recriminaciones similares a las del PRD, pero en el sentido inverso. Es decir, la mayoría de los panistas  apreciaron que dieron un paso al vacío al haberse aliado, principalmente, con los amarillos. Tal fue la tambaleada electoral que se llevaron, que aún no logran estabilizarse. Sin embargo, por el hecho de haber resultado ser la segunda fuerza política en el proceso electoral pasado, eso les permitirá cierta opción de recuperarase anímicamente con mayor rapidez.  

A los priistas después de que les pasó por encima todo el tonelaje de  una locomotora electoral, que los dejó semitriturados, de forma presurosa también se dieron su espacio de meditación política. Evento congresista en el que tímidamente realizaron algunos cambios en su dirigencia.  Saben que eso no es suficiente y no les servirá de gran cosa, y que de ser el centro de la gravedad política nacional, donde todos los partidos giraban a su alrededor, están conscientes que hoy serán un partido satélite más, quizá girando en torno a Morena.  Ante esa cruda realidad, y con el rumbo nubarroso y perdido, ya no saben si hacer pedazos las siglas del PRI y depositarlas en el primer contenedor de basura que encuentren por la avenida Insurgentes, o bien esperar unos tres sexenios a ver si logran volver a disfrutar de las mieles que deja el poder. 

Para Morena, el domingo pasado, al llevar a cabo su congreso  nacional,  fue totalmente distinto al resto de sus pares partidistas, porque el ambiente emocional que emanaba de su militancia, reflejaba una especie de encantamiento y éxtasis. Una felicidad plena que solo da la victoria, una actitud de embeleso, porque a cada instante se paladeaba la sensación agradable que da el poder. No obstante, en ese congreso de Morena había que poner los pies sobre la tierra, y para ello era necesario reflexionar profundamente sobre las causas por las cuales se triunfó de forma tan arrolladora y contundente. Se debió haber reflexionado que las victorias no son para siempre, que el poder es efímero, y más cuando no se sabe conservar. Quizá por eso se reformaron sus estatutos, para actualizar de inmediato las nuevas normas que regirán la vida interna de este partido, porque el quehacer político es contimuo o permanente. Se dijo que entre otros acuerdos de congreso, se creará la escuela de cuadros. En fin, aunque suene prematuro, dicen que no es suficiente el saber llegar, sino el saber sostenerse.

Mientras tanto, los partidos desde el perdedor y hasta el ganador, sin  distinción alguna, con la realización de sus respectivos congresos, restañaron sus heridas que les causó la pasada contienda electoral, para posicionarse, seguramente, de cara al futuro inmediato. Lo veremos.   

Pálida tinta: Cuando el periodista de radio, don José Gutierrez Vivó, solía hacerle entrevistas trimestrales al entoces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, siempre que iba concluyéndose el  encuentro entre ellos, después de una azarosa retahíla de intensos cuestionamientos a que se había sometido el entrevistado con el periodista agudo, quizá presuroso, aquel cuando percibía el final de la entrevista, intentaba disponerse a retirarse del espacio  radiofónico al que había acudido, y entonces el comunicólogo, de estilo perspicaz y en tono un algo jocoso, lo atajaba diciéndole:  “No se me baje del ring, que todavía no terminamos.”  Bueno, esta anécdota viene a cuento, porque ahora es el Presidente López Obrador el que quiere subir al “ring” a Gutierez Vivó. Es decir, lo quiere de regreso a la radio. Que así sea, enhorabuena.

Cuestión de debate. Ladridos hacia Claudia Sheinbaum

2254 sheinbaumDime de lo que hablas y te diré quién eres. Esto podría ser perfectamente aplicable para dos candidatos, que al inicio de semana, arrancaron sus respectivas campañas políticas por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ya que en sus discursos privilegiaron la utilización de su característica lengua viperina.

Sí, la referencia es, en primer término, a la frentista o neopanista, Alejandra Barrales, hoy indiscutiblemente transformada a la derecha ideológica, quien que con guerra sucia y acusaciones temerarias, abre su discurso en contra de la morenista, Claudia Sheinbaum, acusándola de responsabilidad sobre la tragedia acontecida en el Colegio Rébsamen, por causas del sismo del 19 de septiembre del año pasado. Evento funesto, que como bien se sabe, al colapsarse parte del  inmueble de ese colegio,  fallecieron 19 menores escolares, alumnos de esa institución.

Por su parte, el señor Mikel Arreola, candidato del PRI, notoriamente al carecer de argumentos convincentes como para apuntalar su propia campaña política, se lanza también, cuasi haciendo mancuerna con Barrales, por el camino despreciable de la falsedad, del engaño y los denuestos en contra de Claudia Sheinbaum. Una forma fácil y ruin de intentar ensuciar a su adversaria, con la intención seguramente de tratar, mediante este método tramposo, de escalar algunos puntitos en las preferencias electorales, porque padece el mismo síndrome de su jefe Meade, que nomás no levanta en las encuestas, perdón, no de su jefe, sino de quien dio el dedazo para que el PRI lo convirtiera en candidato. Pero además, es perceptible que tiene mucha cuerda, porque no nada más su boca deslenguada le alcanza para denostar a la Doctora Sheinbaum, sino que también  arremete con sus infundios y señalamientos torpes en contra de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de Morena.

Claro, ni Barrales ni Arriola jamás podrán probar nada en contra de la  Doctora Sheinbaum, quedando sus señalamientos en simples embustes y patrañas. ¡Esto es no tener madre! Pero como dice el proverbio, tiran la saliva al viento y la misma les caerá en la cara. En cambio sí se puede señalar categóricamente que Barrales es inmensamente rica, que cuenta con un enorme patrimonio que aunque de ser sobrecargo haya pasado a ser legisladora en varias ocasiones, aun así ello no le da como para haber acumulado tanta riqueza. A propósito, cuando fue líder de la Asamblea Legislativa surgieron algunas acusaciones del desvío de once millones de pesos, que al parecer eran recursos del programa “prepa sí”, y que desapareció, de lo cual sería oportuno que diera cuentas de ese dinerito, aunque para ella esa cantidad le resulte ser peccata minuta.  

Del enjundioso señor Mikel Arreola, ante sus dolosos señalamientos en contra de la Doctora Sheinbaum, se puede decir que el burro hablando de orejas, porque habrá de tenerse en cuenta que él proviene de un partido podrido, corrupto y que tiene postrado en la miseria y en la tragedia a este país, y si viene de la corrupción, lo más seguro es que de alguna parte habrá de estar también enlodadito. En fin, la ciudadanía es un hecho que habrá de percibir que las denostaciones y señalamientos en contra de la candidata de Morena, quedarán en simples ladridos, y eso es señal inequívoca de que Claudia Sheinbaum sigue avanzando. Lo veremos.

Pálida tinta: Que en lugar de una de “tres de tres”, ahora Meade quiere presentar una de “siete de siete”. Sí, esto es en referencia a las declaraciones patrimoniales de los candidatos presidenciales. Pero aquí se antoja decirle por qué no presenta una de “ocho de ocho”. Es decir, la octava, que consistiría en que declarara por qué fue omiso en la desviación de recursos millonarios de la Sedesol y la Sedatu, sin contar las triangulaciones de recursos ejercida en el caso Chihuahua, esto nada más como botón de muestra, porque desde luego que en el fondo hay más irregularidades …………… Arremetida de Trump, con la orden de poder la guardia nacional a lo largo de la inmensa frontera, y aquí pasmados y sin estrategia para contener las embestidas agresivas de un búfalo que pretende intimidarnos……… ¿Ni candidatura ni gubernatura? De ser así, en que tremenda bronca se metió el Bronco, Jaime Rodríguez Calderón, porque resulta que después del inminente fracaso por ser candidato presidencial independiente, ahora los neoloneses ya no quieren que regrese a ocupar el cargo de gobernador, o sea podría pagar muy caro sus habituales fanfarronadas. 


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